lunes, 29 de septiembre de 2025

El doble filo del entrenamiento militar: oficiales en actividad y el uso privado de la ciberseguridad

Operaciones “clandestinas” dentro de la FAP: denuncias señalan uso de ciberherramientas y violación del secreto de las comunicaciones

Entrenamiento militar bajo la lupa: cuando la ciberseguridad se convierte en riesgo - otros depredadores digitales en la FAP siguen en actividad y actúan bajo respaldo del Alto Mando

- CASO BARRERA Y LIVINTONG 

En las últimas semanas, han emergido serias acusaciones que ponen en tela de juicio los límites legales y éticos de las actividades de inteligencia realizadas por efectivos vinculados a la Fuerza Aérea del Perú (FAP). Fuentes internas y documentos reservados advierten sobre la existencia de operaciones de netting, ciberseguridad ofensiva y monitoreo clandestino, prácticas conocidas en el argot como “coming”, “netting” y HUMINT que, según las denuncias, habrían sido empleadas sin la debida autorización judicial y con fines que excederían la seguridad institucional para transformarse en instrumentos de persecución, presión interna y de intereses personales.

Dentro de la Fuerza Aérea del Perú, programas de entrenamiento en netting, ciberseguridad y técnicas de inteligencia deberían servir para fortalecer la defensa nacional; sin embargo, denuncias internas sostienen que estos conocimientos han sido desviados hacia prácticas clandestinas, empleadas para espiar comunicaciones, intervenir redes sociales y hackear sistemas sin orden judicial contra oficiales del alto mando que están en contra de Chávez Cateriano. 

Lejos de constituir maniobras legítimas de seguridad, estas acciones evidencian un entrenamiento que, en la práctica, estas actividades de inteligencia FAP, estaría sirviendo de plataforma para conductas ilícitas. La paradoja es grave: oficiales capacitados con recursos del Estado para proteger al país, terminan señalados por utilizar esas mismas herramientas contra sus propios mandos y colegas críticos o para intereses personales, algunos hacen negocio y venden información, otros crean empresas utilizando la logística, equipos e información FAP, lo que devela un problema estructural de control y de ética institucional que exige respuestas inmediatas.

acaso Pollito Amarillo es el unico efecivo militar Fap entrenado, hay decenas, y algunos han sido relegados porque no aceptaron serviri a un grupo de oficiales que cometen ilictos...


el caso de Livintong, lo dejaremos para otra nota .... por ahora...


El caso de Chunga no es aislado; al igual que otros oficiales en actividad, evidencia un fenómeno preocupante: el aprovechamiento de conocimientos adquiridos dentro de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) para fines personales. Según denuncias internas, algunos efectivos de inteligencia A2 formados en áreas de ciberseguridad, netting e inteligencia estarían trasladando estas habilidades a la esfera privada, constituyendo empresas de fachada o de servicios tecnológicos que operan en el mercado civil. Lo grave no es solo la incompatibilidad ética de esta doble función, sino el hecho de que se señala el uso indebido de información sensible y recursos de la propia FAP como insumo para estas actividades, en beneficio económico personal.

Ello no solo contravendría los principios de la función pública y de la seguridad nacional, sino que configuraría un delito grave de abuso de autoridad, tráfico de información y enriquecimiento ilícito, socavando la confianza en la institución castrense. La ciberseguridad, que debería estar al servicio de la defensa del país, aparece así deformada en una herramienta para la renta privada de unos cuantos, alimentando la sospecha de mercenarismo digital desde dentro de las propias Fuerzas Armadas. Este patrón exige una investigación seria de la Inspectoría General y de la Fiscalía, pues lo que hoy se denuncia como un “negocio paralelo” de oficiales, mañana podría convertirse en una amenaza directa a la seguridad del Estado.

EN LA ACTUALIDAD VEMOS EL CASO DEL CAPITAN FAP Isaías Eduardo Barrera Santos



Un caso que genera alarma en los círculos de seguridad es este capitan, que presentándose como especialista en ciberseguridad, aún no culmina su carrera universitaria, pero se proyecta públicamente como experto y consultor. Según propios agentes de inteligencia FAP, habría vínculos con altos mandos de la FAP que le permitirían utilizar recursos estatales en actividades cuya transparencia es cuestionable, lo que abre interrogantes sobre el origen de los equipos, la información y las capacidades con las que opera. La polémica crece porque, más allá de ofrecer servicios de protección digital, también comercializa acceso a datos sensibles y trabajos de dudosa legalidad, lo que exige una investigación rigurosa sobre el alcance real de sus actividades y las posibles responsabilidades institucionales.

El caso expuesto refleja cómo ciertos individuos vinculados a la FAP, como Isaías Eduardo Barrera Santos, se presentan públicamente como especialistas en ciberseguridad pese a no haber culminado aún su formación profesional, mientras en paralelo se denuncia que operarían con recursos, información y equipos destinados a la seguridad nacional, lo cual plantea graves dudas sobre la procedencia de las herramientas que emplean y sobre la naturaleza real de los servicios que ofrecen, pues más allá de vender “ciberseguridad”, estarían comercializando acceso a información sensible del Estado, lo que evidencia no solo una falta de transparencia y profesionalismo, sino también un riesgo de mercenarismo digital que exige investigación penal y administrativa inmediata.

MINISTERIO DE DEFENSA SE HACE DE LA VISTA GORDA ES INOPERANTE ANTE LA CORRUPCION EVIDENTE - MIENTRAS LA FAP ES DEVALIJADA POR SU PROPIO ALTO MANDO

 

Ministerio de Defensa se hace de la vista gorda ante la corrupción en la FAP

Lima, 2025.

A pesar de la existencia de abundante documentación oficial y denuncias directas sobre graves irregularidades dentro de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), el Ministerio de Defensa, a través de su Secretaría General, encabezada por la Dra. María Cecilia Chumbe Rodríguez, se mantiene inoperante frente a los actos de presunta corrupción cometidos por el alto mando.

Diversas comunicaciones revelan que desde hace meses se han presentado oficios, actas e informes que demuestran la sustracción y pérdida de equipos, aeronaves y recursos logísticos de la institución castrense. Sin embargo, en lugar de adoptar medidas concretas y transparentes, el Ministerio ha emitido únicamente actos administrativos formales, que no han logrado frenar el desvalijamiento sistemático ni sancionar a los responsables.

Fuentes vinculadas al caso señalan que la Fiscalía, la Contraloría y el propio Congreso ya cuentan con pruebas suficientes para iniciar investigaciones exhaustivas. A pesar de ello, la respuesta ministerial ha sido lenta y, según denuncias internas, más orientada a dilatar procesos que a esclarecer responsabilidades.

Esta pasividad no solo compromete la imagen del Ministerio de Defensa como ente rector de las Fuerzas Armadas, sino que también pone en entredicho el compromiso del Gobierno con la lucha contra la corrupción en el sector militar. “Estamos en una corrupción completa en la FAP… y no hacen nada. A los corruptos los premian”, se lee en una de las comunicaciones que forman parte del expediente.

La gravedad del caso radica en que la Secretaría General ya posee la documentación pertinente y ha reconocido administrativamente las irregularidades, pero no ha impulsado acciones de fondo ni coordinado con la justicia ordinaria para sancionar a los responsables. Con ello, el riesgo de impunidad se incrementa, generando descontento tanto en personal activo como en oficiales en retiro.

CONVERSACIONES DE WHATSAPP EVIDENCIAS COMUNICACIÓN Y DOCUMENTOS EN MANOS DE MINDEF
















La ciudadanía espera que las autoridades competentes asuman con seriedad las denuncias y que el Congreso de la República ejerza control político inmediato. El silencio y la inacción no solo protegen a quienes han convertido a la FAP en un botín de intereses particulares, sino que también debilitan la seguridad y defensa nacional.

domingo, 28 de septiembre de 2025

OFICIALES JURIDICOS - PROCURADORES DE LA FAP BURROS!! CON LA CALIFICACION MAS BAJA - VERGUENZA JURIDICA EN PROCESO DE SELECCIÓN PARA LA DESIGNACIÓN DE PROCURADORES PÚBLICOS Y PROCURADORES PÚBLICOS ADJUNTOS 2025

 

FAP en crisis: Procuradores militares muestran un preocupante déficit de preparación en convocatoria nacional

La Convocatoria N.° 002-2025-PGE/CD, organizada por la Procuraduría General del Estado, ha dejado al descubierto una realidad alarmante dentro de la Fuerza Aérea del Perú (FAP): sus procuradores no están preparados ni cuentan con la solvencia técnica para asumir el rol que les corresponde en la defensa jurídica del Estado. Los resultados, lejos de fortalecer la institucionalidad, exhiben una fotografía clara de la precariedad y la falta de profesionalismo en los cuadros jurídicos de la institución castrense.


De acuerdo con el documento oficial publicado por la Procuraduría, cuatro procuradores vinculados a la FAP participaron en el proceso de evaluación. Sin embargo, el desenlace fue un verdadero bochorno institucional: tres de ellos no cumplieron los requisitos mínimos, siendo descalificados o declarados no inscritos, mientras que apenas uno logró superar el examen con la nota mínima aprobatoria de 30 puntos, un resultado que más que mérito refleja un salvavidas frente al fracaso colectivo.

Los nombres y las condiciones hablan por sí solos:

  • Karla Milagros Rada Benavides, Procuradora Pública de la FAP, no cumple requisitos, apenas alcanzó 2 puntos y fue declarada postulante no inscrita.

  • Fidel Ángel Medina Rey, Procurador Público de la FAP, también no cumple requisitos, obtuvo 25 puntos y quedó fuera del proceso.

  • Luis Alberto Fernández Velazco, Procurador Público de la FAP, fue el único que cumplió requisitos, logrando la nota mínima de 30, sin mayor destaque académico ni profesional.

  • Luis Augusto Montoya Valdivia, Procurador Público de la FAP, con 0 puntos, fue descalificado de manera categórica.












NOTA DE 02 - EN COMPARACION CON LOS OTROS PROCURADORES - QUE MEDIOCRIDAD - NO CUMPLE CON LOS REQUISITOS


NOTA DE 25 : NI SIQUIERA LLEGO AL MINIMO - QUE VERGUENZA  - NO CUMPLE CON LOS REQUISITOS



NOTA DE 30 : LLEGO AL MÍNIMO PERO CON ESE GRADO ?? DE CORONEL -  CUMPLE CON LOS REQUISITOS A LAS JUSTAS



NOTA DE 0 : ESTE ABOGADUCHO COMO ASI ESTA EN LA FAP??-  NO CUMPLE CON LOS REQUISITOS NI CON NADA

Este cuadro resulta más que anecdótico: representa un síntoma grave de deterioro en los estándares de selección, capacitación y desempeño de quienes, en teoría, deberían defender los intereses jurídicos de una institución estratégica para la seguridad nacional. La función del procurador público no es decorativa, sino fundamental en la lucha contra la corrupción, en la defensa de los recursos estatales y en la representación legal ante los tribunales.

La pregunta que surge es inevitable: ¿cómo confiar la defensa jurídica del Estado a oficiales que no son capaces de cumplir requisitos básicos ni aprobar evaluaciones mínimas?. El resultado refleja no solo negligencia individual, sino también una falla estructural dentro de la FAP, que permite que personas sin la formación adecuada permanezcan en cargos sensibles.

Expertos en derecho administrativo y militar consultados señalan que estos resultados deberían dar lugar a sanciones internas y al pase al retiro inmediato de los responsables, pues lo contrario significaría tolerar la mediocridad en áreas donde lo que está en juego es la protección del patrimonio público y la imagen de la institución.

El desenlace de esta convocatoria coloca a la Fuerza Aérea del Perú en una posición incómoda frente a la opinión pública. Mientras se espera de las Fuerzas Armadas disciplina, mérito y compromiso con la nación, los procuradores de la FAP han demostrado lo contrario: falta de preparación, desinterés por el perfeccionamiento profesional y ausencia de responsabilidad frente a los estándares legales más elementales.

En conclusión, lo ocurrido en la Convocatoria N.° 002-2025-PGE/CD es un llamado de atención urgente: la FAP debe revisar a fondo sus procesos de selección y capacitación en materia jurídica. De lo contrario, continuará arrastrando la sombra de la ineficiencia y la deshonra, debilitando no solo su imagen institucional, sino también la defensa legal del Estado peruano.


AQUÍ LES DEJO UNA FLOR, RIVERA BACA ESTÁ REUNIENDO DATOS SENSIBLES DE LOS DEMÁS JURÍDICOS -- PARECE QUE ALGO SE TRAE EN MANOS - LES VA A TIRAR BARRO CON VENTILADOR - ESTOS SON MÁS TRAICIONEROS. 



viernes, 26 de septiembre de 2025

“La rampa dorada de Bravo: 6 millones en cutra desde el Grupo Aéreo 8”

 

Roder Bravo: del “Espada de Honor” a las sombras de la corrupción

“Hangar millonario: civiles pagaban, Bravo cobraba”

La trayectoria de Roder Bravo, nacido en 1964 y graduado como Espada de Honor en 1988, está plagada de méritos académicos y militares: piloto de bombardeo, instructor en diversas aeronaves, excomandante del Grupo Aéreo N.° 8 y hoy Director General de Educación y Doctrina de la FAP. Sin embargo, detrás de esta hoja de vida impecable se ciernen graves acusaciones: fuentes internas lo señalan como iniciador de un esquema clandestino de alquiler de rampas y hangares en el Grupo Aéreo N.° 8, que habría permitido desviar cerca de 6 millones de soles en tres años gracias a contactos dentro del G8, replicando viejas prácticas junto a Gurecky. Los reportes señalan que mensualmente se cobraban 200 mil soles a civiles, de los cuales apenas llegaban migajas a subalternos, mientras los retornos engrosaban bolsillos de oficiales en la cúpula.

El Inspector General de la FAP CONTRERAS LEON CARTY - otro corrupto, abrirá investigaciones, pero el nombre de Bravo no aparece mencionado, pese a las reiteradas denuncias. Para voces críticas, no se trata de un descuido: se estaría protegiendo su carrera para asumir como próximo Comandante General, sacrificando a otros oficiales para “cortar cabezas” y limpiar el camino. Así, la institución se enfrenta a un dilema: ¿cómo conciliar la imagen de un oficial con doctorados y programas de liderazgo con las denuncias que lo acusan de usar la institución para enriquecimiento ilícito? La respuesta no solo marcará el futuro de Bravo, sino también la credibilidad misma de la Fuerza Aérea del Perú.

El mecanismo de la “cutra” de Bravo en el Grupo Aéreo N.° 8

De acuerdo con fuentes internas de la FAP, cuando Roder Bravo asumió responsabilidades de mando en el Grupo Aéreo N.° 8, articuló junto a oficiales de confianza (como Gurecky, entonces CODE) un sistema clandestino de alquiler de infraestructura militar. El esquema consistía en alquilar rampas y espacios de los hangares a empresas privadas y operadores civiles sin contrato formal ni registro oficial. El monto pactado rondaba los 200 mil soles mensuales, bajo el concepto de “apoyo logístico”.

El dinero se recaudaba directamente de los civiles y se canalizaba en tres niveles:

  1. Depósitos nominales: a cada civil se le debia entregar  2,000 soles mensuales, pero solo les dejaban 500 soles, como una especie de “pago de silencio”.

  2. Retornos encubiertos: el resto del dinero se concentraba en una caja paralela, sin pasar por contabilidad institucional, y era administrado directamente por el círculo de Bravo.

  3. Desvío sostenido: multiplicado por 80 civiles al año, este esquema generaba aproximadamente 1.5 millones de soles anuales, acumulando con alquileres y otros casi 6 millones en tres años.

La falta de contratos formales era deliberada: al no existir documentos, los ingresos no podían ser auditados ni supervisados por la Contraloría, permitiendo un flujo constante de dinero en efectivo para la cúpula del esquema. Según las fuentes, Bravo usó estos fondos para fortalecer su red de poder interna y financiar favores políticos, lo que explica su aparente intocabilidad en las investigaciones actuales.

“Las denuncias contra Rondón Llaza ponen en jaque la credibilidad de la FAP”


“Rondón Llaza: agresión familiar y nexos oscuros con el poder municipal”

Poder Judicial procesa a coronel de la FAP por violencia contra mujer y menor, en un caso que expone cómo las denuncias contra Rondón Llaza ponen en jaque la credibilidad de la FAP, al destaparse un entramado de violencia psicológica, familia oculta y vínculos políticos que revelan un patrón de conducta cuestionable; en este contexto, la transparencia militar queda en entredicho al tener a un oficial de alto rango bajo acusación judicial, evidenciando así el dilema ético de la FAP, cuyos mandos aparecen cada vez más implicados en denuncias graves que golpean la legitimidad de la institución.

En medio de un creciente malestar dentro de la Fuerza Aérea del Perú, el coronel Manfred Wilmar Rondón Llaza se encuentra comprometido en un caso judicial que desnuda la gravedad de su conducta privada y su impacto en la institucionalidad militar. Según documentos oficiales del 11° Juzgado de Familia de Lima, se le abrió un proceso especial de tutela por violencia contra la mujer e integrantes del grupo familiar, tras la denuncia presentada por DOÑA XXXXXX y una menor de edad. La resolución, dictada bajo el amparo de la Ley N.º 30364, ordenó la realización de pericias psicológicas a la madre y a la menor, así como una evaluación al propio Rondón Llaza, con el fin de establecer la magnitud del daño sufrido y la peligrosidad del denunciado.

El expediente judicial es contundente: las víctimas habrían sido sometidas a agresiones fisicas, psicológicas y económicas reiteradas, generando un riesgo severo para su estabilidad emocional e integridad. Lo más alarmante es que la menor habría presenciado episodios de violencia en su propio hogar, situación que agrava el impacto del maltrato y evidencia un cuadro de desprotección familiar alarmante. El oficial esta siendo procesado con las pruebas ya existentes, lo que revela la seriedad de la causa.




Pero las acusaciones no se detienen ahí. Testimonios recogidos en la investigación apuntan a que Rondón Llaza mantiene un hijo no reconocido formalmente y que en otra ocasión habría presionado a una expareja para interrumpir un embarazo, mientras mantenía relaciones paralelas con ambas mujeres. 




A ello se suma la comprobada existencia de una relación clandestina con una alta funcionaria pública de la Municipalidad de Lima y SERPAR, lo que abre la sospecha de que utilizó su posición institucional para construir alianzas irregulares con fines personales.



hasta la fecha Rondon no firma a su otro hijo - asi quiere ser general???? Que poca cosa 

Este patrón de violencia, ocultamiento familiar y relaciones encubiertas con el poder civil no es un asunto privado: erosiona la credibilidad de la FAP y contradice los más altos estándares éticos y morales que deberían regir a sus mandos. La pregunta que queda en el aire es directa: ¿cómo puede la Fuerza Aérea sostener disciplina y legitimidad cuando uno de sus coroneles enfrenta denuncias tan graves por agresión psicológica a una mujer, maltrato a una menor y conflictos de interés con el poder político local?


Buenos elementos de la Inspectoría no han tolerado los abusos y hoy ponen al escrutinio público el verdadero rostro de Manfred Rondón Llaza, un oficial señalado por múltiples denuncias judiciales y familiares que lo exhiben como un personaje corrupto y cuestionado dentro de la FAP. Estas revelaciones marcan un punto de quiebre, pues evidencian que incluso desde el interior de la propia institución hay voces que exigen transparencia, sanción y la erradicación de quienes utilizan el uniforme para encubrir violencia y actos irregulares.

EN LOS PRÓXIMOS DÍAS PUBLICARÉ TODOS LOS INFORMES REMITIDOS DE DICHO DESPACHO 



MAYOR FAP SANCHEZ PEDEMONTE TEMPLADO DE CADETE DE PRIMER AÑO, MUEVE POR LO BAJO DOCUMENTOS Y LA ENVIA DE COMISION A USA

ESCÁNDALO EN LA EOFAP: DENUNCIAN TRÁFICO DE INFLUENCIAS Y RELACIÓN IRREGULAR ENTRE MAYOR Y CADETE


La Escuela de Oficiales de la Fuerza Aérea del Perú (EOFAP) atraviesa una grave crisis institucional tras revelarse acusaciones contra el Mayor Sánchez Pedemonte, actual Segundo Jefe del Departamento de Formación Militar. Según denuncias internas, el oficial habría favorecido a la cadete de primer año Espino Cari, con quien mantiene una relación sentimental encubierta, otorgándole incluso una comisión al extranjero en los Estados Unidos. Esta situación vulnera directamente los reglamentos militares, que prohíben vínculos de carácter sentimental o extramatrimonial entre oficiales y cadetes en formación.


Las acusaciones también señalan que el Mayor Sánchez Pedemonte mantiene una conducta discriminatoria hacia cadetes varones, en especial aquellos que son hijos de técnicos de la institución, aplicando sanciones desproporcionadas e incluso promoviendo bajas bajo criterios arbitrarios. Mientras tanto, la cadete Espino Cari habría recibido un trato preferente, situación que ha generado un ambiente de indignación y reclamos por parte de alumnos y familiares.

El caso no se limita a una infracción ética: la denuncia formal fue presentada ante el Ministerio Público bajo la Carpeta Fiscal N.° 4069-2025, por abuso de autoridad, tortura psicológica, en la que se encuentran incluidos, además del Mayor Sánchez Pedemonte, otros oficiales de la institución, como el Mayor Peña Sánchez, el Capitán Jalisto Vigo, el Capitán Cruz Carpio y el propio Director General de la FAP, General Nelson Suárez Alayza. Los cargos van desde abuso de autoridad hasta discriminación y presunto tráfico de influencias.


Diversos sectores exigen una investigación exhaustiva e independiente que esclarezca los hechos y determine responsabilidades. La situación reviste especial gravedad, pues no solo afecta la transparencia y la disciplina en la formación de futuros oficiales, sino que pone en entredicho la credibilidad de la institución castrense en su conjunto, debilitada en los últimos años por reiterados escándalos de corrupción y mal manejo administrativo.

Los tentáculos de Chávez Cateriano: Favorece a Rondón Llaza con títulos falsos, manipula ascensos y lava millones en el extranjero.

Escándalo en los ascensos de la Fuerza Aérea: favoritismos, títulos falsos y corrupción en la cúpula

Corrupción con sello militar y judicial: La FAP se hunde entre cartones falsos, pagos en dólares y empresas fantasmas.

El año pasado debió ascender el Coronel FAP Gustavo Sánchez Castro, espada de honor y número uno de su promoción en todos los ascensos. Sin embargo, su legítimo derecho fue desplazado por decisiones cuestionadas del Comandante General Chávez Cateriano, quien promovió a oficiales con antecedentes controvertidos. Entre ellos, al Coronel Echegaray, implicado en denuncias por irregularidades en el rancho cuando comandaba el Grupo Aéreo N.° 7 en Piura, y al Coronel Nilton Guido López, señalado por encubrir la pérdida de un helicóptero durante su gestión en la EFOPI N.° 51 y la opaca compra de los Alarus CH-2000.


La sombra de la corrupción se extiende aún más. Todo indica que Chávez Cateriano pretende repetir la maniobra: bloquear el ascenso de Sánchez Castro y favorecer al Coronel Rondón Llaza, cuya hoja de vida arrastra serias denuncias por haber obtenido títulos de maestría y doctorado falsos, negociados a través de personajes conocidos en la FAP, como Jessica Tapia, quien ofrecía grados académicos “a la carta”. El trasfondo es claro: un sistema viciado en el que se premia la obediencia y la complicidad, mientras se margina al mérito real.

Los tentáculos del poder alcanzan también al ámbito judicial. Se denuncia que la esposa del Coronel Bonifaz, funcionaria del Poder Judicial, habría facilitado pagos en dólares a fiscales para archivar investigaciones sensibles, entre ellas el caso de John Pomar, además de blindar a oficiales cuestionados. Esta red de protección es la razón por la que, pese a la pérdida de más de 2,000 ítems de armamento y 15,000 municiones —hechos que han alimentado la inseguridad y el crimen organizado en el país—, nadie de alto rango haya sido pasado al retiro.

Finalmente, fuentes revelan que Chávez Cateriano ya prepara su salida: habría viajado a Canadá para asegurar una casa valorizada en más de 600 mil dólares, gestionada con contratos irregulares desde la agregaduría militar con empresas estadounidenses. Incluso, obras como el hangar de LP presentan serias observaciones: de los 3 millones de dólares entregados por los americanos, solo se ejecutaron 600 mil, canalizados mediante una empresa fantasma que sirvió para engordar los bolsillos de los mismos altos mandos.

La historia se repite: una Fuerza Aérea debilitada por sus propios generales, en donde los ascensos se compran, las denuncias se archivan, y el mérito se sacrifica en nombre de la corrupción.

Jéssica Tapia, asesora académica de la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle - La Cantuta, se ha convertido en colaboradora eficaz de la Fiscalía, revelando una trama de corrupción académica que compromete directamente a oficiales del Alto Mando de la Fuerza Aérea del Perú (FAP).


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Jéssica Tapia, asesora académica de la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle – La Cantuta, se ha convertido en colaboradora eficaz de la Fiscalía, revelando una sofisticada red de corrupción académica que compromete directamente a oficiales del Alto Mando de la Fuerza Aérea del Perú (FAP). Según sus declaraciones, títulos de licenciatura, maestría y doctorado fueron falsificados o emitidos de manera irregular, permitiendo a oficiales inflar puntajes y acceder ilegalmente a ascensos, agregadurías y beneficios económicos, en abierta violación de los principios meritocráticos de la institución. Estas prácticas, lejos de ser casos aislados, habrían sido toleradas e incluso avaladas por altas autoridades militares, incluyendo al general Chávez Cateriano.

Lo más alarmante es que la Fiscalía ya cuenta con audios comprometedores donde operadores académicos coordinan la entrega de “cartones” apócrifos a oficiales que buscaban consolidar su carrera sin esfuerzo académico alguno. Entre los implicados figura el coronel FAP Manfred Rondón, señalado como principal operador interno encargado de gestionar y facilitar dichos títulos falsos para su propio beneficio y el de sus allegados. En los próximos días, la colaboradora eficaz pondrá a disposición del Ministerio Público los medios probatorios que confirman esta trama, entre ellos documentos, registros y comunicaciones, lo que podría abrir una nueva ola de investigaciones y sanciones por fraude académico y corrupción en el seno de la FAP.

De acuerdo con la información oficial registrada en la SUNEDU, los títulos y grados académicos del coronel FAP Manfred Wilmar Rondón Llaza presentan serias inconsistencias que ponen en duda su legalidad. Según los registros, el diploma de maestría en Administración y Dirección de Empresas fue emitido recién el 21 de abril de 2017, pese a que las fechas de matrícula y egreso consignadas corresponden a los años 2013 y 2013-2015 respectivamente. Lo más grave surge al revisar el grado de doctor en Ciencias de la Educación otorgado por la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle – La Cantuta, pues la constancia señala que la matrícula al doctorado se inició en marzo de 2017, cuando aún su título de maestría no había sido emitido oficialmente, lo que contraviene el marco legal vigente.

La normativa peruana establece de manera expresa que para acceder a un programa de doctorado es requisito indispensable contar previamente con el grado de maestro debidamente registrado en SUNEDU. En consecuencia, resulta jurídicamente imposible que Rondón Llaza haya podido iniciar estudios doctorales antes de obtener la resolución oficial que le otorgaba el grado de maestría. Estas incongruencias en las fechas no solo restan validez a la secuencia académica registrada, sino que abren la puerta del fraude documental y falsedad ideológica, delitos que deberán ser esclarecidos por el Ministerio Público y las instancias competentes.

Altos mandos bajo sospecha

Las primeras investigaciones indicarían que varios generales, coroneles y comandantes de la FAP obtuvieron de manera fraudulenta sus maestrías y doctorados gracias a esta mafia académica. La gravedad del asunto no solo compromete la legalidad de sus títulos, sino que pone en cuestión la legitimidad de sus ascensos y permanencia en el servicio activo.

De confirmarse los delitos:

  • Todos los ascensos basados en títulos apócrifos serían declarados nulos.
  • Los oficiales involucrados deberían ser pasados al retiro inmediato.
  • Abren procesos penales por los delitos de falsedad ideológica, fraude académico, corrupción de funcionarios y asociación ilícita para delinquir.

La vergüenza institucional

Este nuevo escándalo amenaza con desacreditar aún más a la FAP, institución ya golpeada por denuncias recientes de direccionamiento de contratos, desvío de presupuestos y agregadurías diplomáticas entregadas por favoritismo.

La población exige una investigación exhaustiva y sanciones ejemplares: el respeto a la carrera militar y la dignidad del uniforme no pueden seguir siendo pisoteados por quienes deberían ser ejemplo de honor y servicio a la patria.

Mientras tanto, Jéssica Tapia, armada de documentos, audios y nombres, ha puesto a temblar los cimientos de la cúpula militar, en un caso que podría convertirse en el mayor escándalo de corrupción académica y militar en la historia reciente del Perú.

y miren nada mas, donde recibió su doctorado este señor, si nunca asistió a clases --- ojo ello ya se advirtió en una publicación anterior https://cazandoalcorrupto.blogspot.com/2025/03/doctorado-y-maestria-de-coronel-fap.html 

“Conflicto de interés en la Fuerza Aérea: General Contreras en reuniones privadas con empresa Helicentro investigada por desfalco”

Inspector General de la FAP en la mira: vínculos con Helicentro lo descalifican para investigar millonario desvío”

El supuesto guardián  bajo sospecha: Inspector General de la FAP Contreras Leon pierde idoneidad por fuertes nexos con Helicentro” - miren el siguiente video


El Teniente General Mario Contreras León Carty, actual Inspector General de la Fuerza Aérea del Perú, se encuentra en el centro de cuestionamientos graves que comprometen su imparcialidad y objetividad. Han surgido evidencias gráficas que lo muestran en reuniones sociales a bordo de un yate con los dueños de la empresa Helicentro y otros gerentes vinculados, compañía directamente involucrada en contratos y convenios con el SEMAN y la FAP que hoy son materia de investigación por el presunto desvío de más de 8 millones de soles. Este hecho, por sí mismo, constituye un claro conflicto de interés, pues erosiona la mínima confianza institucional en su rol como garante del control interno.

En consecuencia, resulta inaceptable que el Gral. Contreras continúe dirigiendo o supervisando la investigación de estos hechos. Bajo el principio de imparcialidad (art. 139 inc. 3 de la Constitución) y el principio de probidad administrativa recogido en la Ley del Código de Ética de la Función Pública, debe exigirse su inhibición inmediata de todo proceso en curso. Al mismo tiempo, corresponde remitir la totalidad de la documentación y evidencias a la Fiscalía Anticorrupción y a la Contraloría General de la República, a fin de garantizar un control externo independiente y evitar cualquier posibilidad de encubrimiento institucional. La permanencia del Inspector General en estas funciones no solo vulnera la transparencia de la investigación, sino que expone a la FAP a un grave descrédito público y compromete la responsabilidad administrativa y penal de su alto mando.

He aqui el que investiga TEN Gneral fap Contras Leon con el investigado y dueños del a empresa Helicentro


El Teniente General Mario Contreras León Carty, actual Inspector General de la Fuerza Aérea del Perú, no solo enfrenta cuestionamientos por su cercanía con los dueños de la empresa Helicentro, sino que además habría recibido más de 200 mil soles a cambio de hacerse de la vista gorda en procesos de investigación interna relacionados con contratos irregulares y convenios lesivos para el Estado. Esta sospecha refuerza el grave conflicto de interés que pesa sobre él, pues se trata del funcionario llamado a velar por la transparencia y probidad dentro de la institución.


Este flujo de dinero irregular, estaríamos ante un caso de cohecho pasivo propio y encubrimiento, delitos sancionados en el Código Penal peruano con penas privativas de libertad y la inhabilitación definitiva para ejercer cargo público. Por ello, la inhibición inmediata de Contreras en toda investigación vinculada a Helicentro resulta indispensable, y al mismo tiempo, debe remitirse las evidencias a la Fiscalía Anticorrupción y a la Contraloría General de la República, a fin de que se determine su responsabilidad administrativa y penal. La gravedad de los hechos no solo compromete la honorabilidad de la Inspectoría General, sino que arrastra a toda la FAP a un escenario de descrédito institucional sin precedentes.

DATITO: Las sombras de corrupción alcanzan a los más altos mandos, y las denuncias ciudadanas apuntan directamente contra quienes debieron ser garantes de la transparencia. Fuentes internas sostienen que el General Mario Contreras León Carty habría robado a diestra y siniestra cuando se desempeñaba como Director de HCA, beneficiándose irregularmente y consolidándose como el “lambiscón” del entonces Comandante General Dante Arévalo Abate. Estas versiones, que hoy resurgen con fuerza, refuerzan la necesidad de que la Fiscalía y la Contraloría actúen con firmeza, pues de lo contrario, los mismos generales seguirán blindándose y extendiendo una red de impunidad que degrada a toda la institución.



jueves, 25 de septiembre de 2025

Helicentro y SEMAN: una alianza que huele a colusión y organización criminal

Generales, coroneles y exoficiales bajo sospecha de colusión y organización criminal

Convenios desde 2016 favorecieron a empresa privada con licitaciones millonarias en perjuicio de la FAP y del Estado

Por Rey Alice

La sombra de la corrupción vuelve a posarse sobre la Fuerza Aérea del Perú (FAP). Una investigación preliminar revela que desde 2016 hasta la actualidad la compañía Helicentro Perú SAC se habría beneficiado de convenios irregulares con el Servicio de Mantenimiento de la FAP (SEMAN) y su filial SEMAN Perú SAC, obteniendo ventajas indebidas y usufructuando por más de 13 años las instalaciones de la Base Aérea Las Palmas (Surco) y del propio SEMAN.

Convenio bajo sospecha

El primer convenio de cooperación técnica entre SEMAN y Helicentro fue suscrito en diciembre de 2016, cuando el comando del SEMAN estaba a cargo del general Wolfgang Dupeyrat Luque. Sorprendentemente, pocos meses después, en septiembre, fue reemplazado por el general Castro Renwick (fallecido), quien habría firmado bajo presión del entonces comandante general de la FAP, Dante Arévalo Abate.

El dato clave: Arévalo, en años anteriores, fue comandante del Grupo Aéreo N.° 3, cargo que antes ocupó el coronel Augusto Tenorio Domínguez, fundador y dueño de Helicentro. Así se habría tejido el círculo de favores que permitió a la empresa enquistarse en el corazón del SEMAN.

Un convenio que nunca funcionó

En teoría, el convenio SEMAN–Helicentro–Helicópteros de Rusia debía convertir al Perú en un hub de mantenimiento mayor para helicópteros Mi-8 y Mi-17, generando ingresos y desarrollo para la industria aeronáutica nacional. Sin embargo, lo que ocurrió fue muy distinto:

  • Helicentro usufructuó instalaciones pagando un monto simbólico (“merced conductiva”) muy por debajo del costo real.

  • El SEMAN no participó en reparaciones mayores, dejando todo el negocio a la empresa privada.

  • Helicentro ganó millonarias licitaciones de reparación de aeronaves de la FAP, Ejército, Marina y PNP.

  • Oficiales de la FAP, al pasar al retiro, terminaron trabajando para Helicentro, cerrando el círculo de retribución.

El rol de oficiales y generales

El actual Comandante General de la FAP, Carlos Enrique Chávez Cateriano, aparece en la línea de mando: fue comandante del SEMAN en 2018asume el SEMAN. Se inaugura en Las Palmas un supuesto “centro de reparación” con Helicentro, que nunca operó en condiciones reales, luego presidente del directorio del SEMAN SAC en 2022, y hoy jefe máximo de la institución. Durante su gestión, se firmó un nuevo convenio con Helicentro en 2022 que nunca se activó, y en 2023 la compañía resultó ganadora de un contrato millonario para la reparación mayor de cuatro helicópteros rusos.

Gral. Carlos Enrique Chávez Cateriano tiene mucho que explicar ----- es un traidor a la patria

Exoficiales como el capitán (r) Carlos Enrique Haya Meléndez y el capitán FAP Celso Ruiz también han sido señalados como nexos que facilitaron información privilegiada a la empresa, mientras ocupaban cargos en el Grupo Aéreo N.° 3 o retornaban al servicio activo.

Posibles delitos

La denuncia pública pide que el Ministerio Público investigue a los responsables por:

  • Colusión agravada (art. 384° del Código Penal).

  • Organización criminal (Ley 30077).

  • Peculado y negociación incompatible.

El esquema habría impedido que el SEMAN cumpla su misión institucional de reparar flota propia, delegando todo a Helicentro, empresa privada que multiplicó ganancias a costa de recursos públicos y de la soberanía logística de la FAP. 

“GENERALES ESTAFAN A LA FAP: COBRARON ‘POR LO BAJO’ EL ALQUILER DE BASE MILITAR”


Alquiler de base aérea fue desviado a cuentas privadas durante casi seis años

Una decena de generales de la Fuerza Aérea aparece implicada en un escándalo de corrupción: permitieron que una empresa privada use la Base Aérea de Santa Clara sin contrato formal durante años, cobrando pagos clandestinos que fueron a parar directamente a sus bolsillos. Documentos de la propia empresa prueban los desembolsos. La FAP, víctima de sus propios altos mandos.

Según documentos, desde noviembre de 2018 hasta abril de 2024 se habría gestado un esquema de colusión agravada y organización criminal, que permitió desviar cerca de S/ 8 millones provenientes del alquiler de instalaciones y servicios de la Base Aérea Santa Clara (BACLA) – Loreto hacia cuentas privadas, en vez de ingresar a la cuenta recaudadora única de la institución.

Durante casi seis años, la Fuerza Aérea del Perú fue víctima de sus propios altos mandos. Documentos a los que accedió EXPRESO confirman que la empresa A&S Aviation Pacific – Helistar, de capitales colombianos, utilizó la Base Aérea Santa Clara (BACLA) en Loreto, pagando alrededor de 20 mil soles mensuales. Sin embargo, el dinero no ingresaba a las arcas institucionales, sino que era desviado a la firma privada Fast Business E.I.R.L., vinculada directamente a oficiales de la FAP.

La Inspectoría General, a cargo del general Mario Contreras León Carty, emplazó a los responsables tras comprobarse indicios graves de delito. La autorización de estos “alquileres por lo bajo” provino de la Comandancia General del ALAR N.° 5 en Iquitos, lo que compromete directamente a los mayores generales Jorge Erick Reátegui Bartra y Jimmy Andrés Enrique Sandoval Montenegro, así como a los coroneles Jorge Cornejo Vega y Juan Carlos Minaya Medina.




Fuentes militares señalan que los pagos eran repartidos para “fines sociales”, disfrazados como canastas navideñas, despedidas de fin de año y otros eventos internos. Sin embargo, gran parte del dinero terminaba en los bolsillos de los altos mandos, consolidando un esquema de corrupción sostenido en el tiempo.

La investigación también alcanza al comandante José Antonio Egusquiza Silupu y a los subalternos Jenry Gonzales Villavicencio y SO1 Anthony Bryan Meléndez Cabezas, todos ellos señalados de haber facilitado o encubierto la operación. La Fiscalía Anticorrupción ya cuenta con información de la empresa beneficiada y sus vínculos con anteriores procesos judiciales.


El “modus operandi”

De acuerdo con la denuncia, la empresa A&S Aviation Pacific S.A.C. – Helistar, de capitales colombianos, utilizó la base aérea sin contrato formal durante casi seis años. Los pagos, de aproximadamente 20 mil soles mensuales, fueron transferidos no a la FAP, sino a la empresa Fast Business E.I.R.L. (RUC 20587268293), en la cuenta bancaria N°747-3001492368/CCI N°003-747-003001492368-31.

El esquema habría contado con la coordinación y autorización de la Comandancia General del ALAR N.° 5 (Iquitos), además de la anuencia del hoy Comandante General de la FAP, Carlos Enrique Chávez Cateriano, “Cocorrata”. Según la denuncia, Chávez Cateriano ocupó en ese periodo cargos clave como Inspector General y luego Jefe del Estado Mayor General, con pleno conocimiento de las irregularidades.


Los oficiales implicados ALAR 5

Entre los señalados aparecen generales y coroneles que pasaron por el ALAR N.° 5, quienes habrían facilitado el us de las instalaciones. La denuncia también apunta al ciudadano colombiano Orlando Cabeza Peñaranda, propietario de Helistar y de la empresa Helistar Technical Center S.A.S. en Bogotá, y a sus representantes en Perú: primero Alex Flores Chalco, cuñado del ex jefe del CEMAE, general Aldo Domínguez Peralta, y actualmente Luis Prieto Rojas.

Flores Chalco incluso suscribió en 2023 un contrato por mantenimiento mayor de helicópteros Mi con la panameña Milenium Veladi Corp, que hasta la fecha no ha cumplido.

Aval irregular de la DGAC

La denuncia subraya que, en 2020, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) otorgó a Helistar el Certificado de Organización de Mantenimiento Aprobada (OMA N°058), reconociendo a la BACLA como “Base Principal de Mantenimiento”, a pesar de que no existía contrato vigente con la FAP. Ello refuerza la hipótesis de un concierto de voluntades entre mandos militares, empresas privadas y autoridades aeronáuticas.

Responsabilidades y delitos

El hecho configuraría el delito de Colusión Agravada (art. 384° del Código Penal) y otros ilícitos contra la administración pública. La denuncia sostiene que el actual Comandante General Chávez Cateriano “sabía y conocía” del desvío de fondos, pero no lo detuvo, sino que lo encubrió por años.

El caso recién se destapó el 11 de septiembre de 2025, cuando el Inspector General de la FAP, teniente general Mario Contreras León Carty, abrió la investigación formal (documento NC-120-INIG-N° 0241).

Con ello, la FAP enfrenta uno de los escándalos de corrupción más graves en su historia reciente, que no solo compromete a sus altos mandos, sino también a empresas extranjeras y organismos civiles como la DGAC.

Este caso no solo expone un fraude económico contra la FAP, sino que revela cómo las propias autoridades militares han utilizado las instalaciones estratégicas de la institución para su beneficio personal, dejando en evidencia un grave patrón de corrupción estructural en la aviación militar peruana.