Crisis en el HOREN: Un Clamor por Cambios Urgentes
El Hospital Regional de la Fuerza Aérea (HOREN) atraviesa una profunda crisis institucional, marcada por denuncias de maltratos, irregularidades administrativas y presuntos actos de corrupción que han derivado en bajas, deserciones y renuncias de oficiales en los últimos años. Pese a los cambios de mando, los problemas persisten y se señala a un grupo de técnicos como responsables de manipular a directores, obtener privilegios indebidos y protegerse a través de vínculos con altos oficiales. Entre los hechos más graves se mencionan procesos por presuntos desfalcos en IAFAS con clínicas privadas, acusaciones de conductas impropias dentro de la institución y una alarmante permisividad por parte de la Dirección de Sanidad (DISAN), que hasta ahora no ha tomado medidas firmes. La situación ha generado un ambiente laboral insostenible: oficiales de carrera han pedido su baja, suboficiales desertaron por los abusos, y la moral del personal militar y civil se encuentra seriamente deteriorada. La Inspectoria y el comando FAP han sido llamados a intervenir, pues lo que debería ser un centro de servicio y salud se ha convertido en escenario de luchas de poder, favores personales y pérdida de confianza institucional.
La situación en el HOREN - FAP se ha vuelto insostenible, revelando problemas persistentes que parecen no tener solución. A pesar de los cambios en la dirección, la dinámica laboral y el clima interno siguen siendo críticos.
El año pasado, el mayor Muchotrigo fue dado de baja, y se justificó la reubicación del mayor Loo, junto con otros dos oficiales, con la esperanza de que esto transformaría el ambiente laboral del HOREN. Sin embargo, la realidad ha demostrado ser muy diferente. En 2025, un suboficial dejó la unidad tras sufrir maltratos y abusos por parte de técnicos que utilizan su poder para manipular a quienes asumen el mando. Este hecho ha generado un malestar generalizado entre el personal.
Recientemente, otro mayor ha decidido retirarse, lo que plantea serias dudas sobre la efectividad de la actual administración. ¿Qué llevó a esta oficial a tomar tal decisión? ¿Es posible que el liderazgo actual esté siendo influenciado por estas manipulaciones? La inacción por parte de la Dirección de Salud (DISAN) es alarmante. Mientras tanto, el mayor Muchotrigo y el suboficial están en proceso de baja, dejando a la comunidad FAP en un estado de incertidumbre.
La DISAN, que debería actuar en defensa de los intereses de la institución, parece estar involucrada en un ciclo de inacción. A pesar de que los problemas han persistido durante años, la permanencia de ciertos técnicos, considerados elementos negativos para la institución, sigue sin ser cuestionada. Estos individuos han estado en la unidad por más de 15 años, y su influencia se siente en cada rincón.
El ALTO MANDO FAP, quien recientemente impartió una charla, debería considerar realizar una evaluación sorpresiva en el HOREN para descubrir la magnitud de los problemas. La inspección debe ser más proactiva y darse cuenta de cuántos buenos elementos se están perdiendo debido a la negligencia y la corrupción interna.
En medio de este caos, el ambiente laboral se vuelve insostenible. Muchos en el HOREN han expresado su deseo de ser trasladados, pero no los técnicos que perpetúan la situación. La técnico Esqueche, quien fue recomendada por el TSP Camachin antes de su traslado a Piura, está involucrada en un proceso abierto por desfalcos junto a la técnico Sarmiento. A pesar de las acusaciones, estas féminas continúan en sus puestos, lo que genera una percepción de impunidad.
La técnico Sarmiento, cuya conducta ha sido cuestionada, mantiene una relación cercana con el subdirector del HOREN, quien las defiende vehementemente. A través de conexiones y favores, se ha creado un círculo de protección que impide cualquier intento de cambio. El subdirector, quien prometió mejorar la situación, se ha convertido en un defensor de las mismas prácticas que criticó.
Por otro lado, la técnico Barasorda también ha estado en el centro de controversias, al involucrarse con el esposo de otra técnico de mayor antiguedad. La falta de apoyo para aquellos que denuncian estas irregularidades es evidente y refuerza un sistema que favorece a los corruptos.
La DISAN debe actuar con urgencia. La situación en el HOREN es insostenible y necesita cambios significativos. El problema no son los jefes que supervisan, sino la cultura de corrupción que se ha arraigado en la unidad. Es vital que se inicien investigaciones y se tomen decisiones que beneficien tanto a militares como a civiles, garantizando un ambiente de trabajo justo y seguro.
Tantos privilegios para algunos… Como es el suboficial Montalvan lleva un mes sin trabajar y el comando mes pasándolo presente en la unidad….y el no va a trabajar a cambio de favores …. el subdirector lsigue peleando en DIGPE con su amiga la coronel en que las bajen de la lista…inspectoría evalué el tema… Y presten atención un poco a esa unidad que pide a gritos mejoras y un buen trato para todos …… Militares y civiles…
La comunidad del HOREN clama por un cambio real y urgente. Las voces de aquellos que buscan mejorar la situación son cada vez más fuertes. Es momento de que las autoridades escuchen y tomen acciones decisivas para restaurar la integridad en esta institución vital.
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