Un grupo de oficiales superiores de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), recientemente pasados al retiro, ha decidido denunciar públicamente una serie de irregularidades y presuntos actos de corrupción dentro de la institución castrense. Estas revelaciones, que ya habían sido reportadas por esta redacción en su momento, evidencian cómo el sistema puede aplastar a quienes intentan exponer la podredumbre interna.
Los casos, difundidos inicialmente por Hildebrandt en sus trece, involucran presuntas compras fraudulentas, tráfico de combustible, fallas graves en adquisiciones de aeronaves y negligencias operativas que ponen en riesgo la seguridad nacional. Sin embargo, las denuncias de estos coroneles han llegado tarde, cuando ya no tienen nada que perder, tras haber sido removidos de sus cargos como represalia.
1. Adquisición sobrevalorada de drones
Uno de los casos más graves fue denunciado por el coronel identificado como "Manuel". Durante su servicio en la Dirección de Vigilancia y Reconocimiento Aéreo, Manuel detectó que la FAP había adquirido cinco drones de la marca Action Drone System a precios sobrevalorados, por un monto de 800,000 soles. Según su investigación, presentada en febrero de 2023, los equipos no cumplían con los estándares requeridos para labores de vigilancia y, además, en el mercado internacional, su precio real era considerablemente menor.
Pese a estas denuncias, el caso fue archivado en diciembre de 2023 por orden del alto mando, cerrando la puerta a cualquier investigación adicional.
2. El escándalo del “Gasolinazo”
El coronel "José", destacado en la Base Aérea de Las Palmas, destapó un esquema de malversación relacionado con el combustible asignado a su unidad. Según su denuncia, los galones sobrantes de gasolina eran falsamente registrados como consumidos, lo que sugiere que estaban siendo desviados y revendidos en el mercado negro.
Aunque pidió formalmente que se investigara el caso, la respuesta de la FAP fue minimizar el hecho, atribuyéndolo a "errores administrativos".
3. Avionetas defectuosas y convenios cuestionables
Otro oficial, el coronel "Alberto", participó en la investigación de un accidente de avioneta en 2019. La aeronave, adquirida mediante un convenio con la Universidad Alas Peruanas y la empresa canadiense Zenatr Ltd., había llegado al país con sistemas de navegación incompletos y en condiciones no aptas para volar.
El informe de "Alberto" detalló graves deficiencias en las aeronaves, pero las investigaciones fueron suspendidas y el convenio continuó, acumulando hasta la fecha más de 700 millones de soles en gastos cuestionados.
4. Riesgos en operaciones internacionales
El coronel "Carlos", por su parte, denunció que, en 2019, se le ordenó continuar con una misión a la base peruana en la Antártida a pesar de que el avión Hércules L-100G20 presentaba fallas críticas en su tren de aterrizaje. El incidente resultó en un aterrizaje de emergencia en Santiago de Chile y evidenció que el avión operaba con piezas obsoletas, de hasta 38 años de antigüedad, registradas fraudulentamente como nuevas.
La FAP argumentó que el problema fue causado por un "error personal" y no admitió fallas en los procedimientos de mantenimiento.
Represalias y pases al retiro
Estas denuncias no son casos aislados. En total, 26 coroneles han sido invitados a pasar al retiro, muchos de ellos tras reportar irregularidades. Aunque algunos tienen antecedentes cuestionables, hay oficiales que, como "Manuel", "José", "Alberto" y "Carlos", intentaron denunciar lo que parecía ser un sistema diseñado para ocultar los actos ilícitos de unos cuantos.
Entre los oficiales en proceso de retiro se encuentran Eduardo Pardo (Inspectoría), Erick Ramírez (Dirección General de Educación y Doctrina) y Miguel Otero (Agencia Espacial). Algunos han apelado la decisión, aunque las probabilidades de revertir su situación parecen escasas.
El llamado a la institución y al país
La situación en la FAP no es un caso aislado, sino un reflejo de la corrupción sistemática que afecta a diversas instituciones del Estado. Mientras unos pocos se atreven a denunciar, muchos prefieren el silencio, sometidos por un sistema que castiga la valentía y premia la complicidad.
Esta redacción continuará investigando y exponiendo estas irregularidades, porque el país necesita saber la verdad, y porque los delitos de quienes deben proteger a la nación no pueden quedar impunes.