Vistas de página en total

miércoles, 8 de octubre de 2025

CON BILLETE CALLAN Y ESCONDEN A LAS SUFIS


CATETO Y SU AMORIOS DISQUE CALETAS 

En los pasillos donde se cuecen las intrigas de uniforme y grados dorados, todos saben —pero nadie dice— que don Rondón es el que afloja el billete para mantener a las “sufis” en un discreto mutis. Una está refugiada en Arequipa, la otra escondida en Seman, como si fueran piezas de colección resguardadas en un museo clandestino.


El Coronel Chávez, señor de Mantenimiento, no puede hacerse el loco: él recibía órdenes directas de Rondón para mantener el secreto bien guardado, con candado y bajo siete llaves. Pero como en toda buena comedia de enredos, aparece Pera Pavel, que ahora anda de tapadera oficial, cumpliendo la orden de no mostrar nada. La jugada es clara: que nadie se entere de qué “cateto” metió la pata y la embombó.

Al final, este sainete parece más bien una zarzuela castrense, donde los mandos reparten silencios a billetazos, las piezas se esconden en provincia y en hangares, y los testigos callan bajo consigna. Porque, como diría el cronista malicioso, “en la milicia no hay secretos, solo bolsillos bien aceitadas con el lubricante de siempre: el dinero”.

lunes, 6 de octubre de 2025

LA NARIZ DE LAS HIJAS DE CATETO VALEN EL GRADO DE GENERAL - MEDICO BUSTAMANTE MEJIA CESAR CELEBRA!!

 

Irregularidades en la FAP: Una sátira profunda sobre la corrupción

En un rincón poco iluminado de la FAP, donde las estrellas no brillan y los ideales parecen haber tomado un vuelo hacia destinos lejanos, nos encontramos con una historia que apenas puede ser contada sin una pizca de ironía. El Coronel Médico Bustamante, un hombre que ha llevado la medicina a un nuevo nivel de “creatividad”, se ha convertido en el epítome de la irregularidad.

La nariz de las hijas de los generales

En un acto que podría considerarse una farsa digna de un teatro de lo absurdo, el Coronel se ha visto inmerso en un escándalo que trasciende lo meramente ético. ¿Qué mejor manera de ascender que operando las narices de las hijas del Comandante General? Con el dinero de los aportantes del IAFAS, este “médico” ha transformado quirófanos en salones de belleza, mientras el resto de los médicos se preguntan si alguna vez hubo un juramento hipocrático en su vida.


Ascensos a la vista

Pero, ¿quién necesita meritocracia cuando tienes conexiones? Mientras el Coronel se prepara para su próximo ascenso, los ecos de su sobrepeso severo resuenan en los pasillos del hospital FAP. Aparentemente, en la FAP, el peso se mide por la influencia, no por la salud. Y aunque su figura podría ser un buen tema para un desfile de obesidad, su capacidad para operar —aunque sea al margen de la ética— parece ser la única medida de su valía.

La competencia y la venganza

No hay que olvidar al doctor Santivañez, quien se convirtió en la víctima de esta saga de rivalidades. Su carrera se desmoronó bajo el peso de la competencia desleal de Bustamante, quien no solo operaba por debajo de la mesa, sino que también se aseguraba de que su rival no tuviera oportunidad de brillar. Un verdadero maestro del sabotaje, aunque quizás su talento más destacado sea la habilidad para evadir la justicia.


Consultorios y colas

Mientras tanto, en la Clínica Internacional, Bustamante continúa su práctica en horarios laborales, ignorando las largas colas en la otorrinolaringología que podrían beneficiarse de su atención. Pero, claro, si un general se presenta, el Coronel se convierte en un rayo, corriendo hacia el llamado, como si su vida dependiera de ello. La ética médica, al parecer, es un lujo que pocos pueden permitirse.

Es hora de que la FAP y sus altos mandos se miren al espejo y se pregunten hasta cuándo permitirán que la corrupción y la ineptitud dominen sus filas. La historia del Coronel Médico Bustamante no es solo una sátira de las irregularidades en la FAP; es un llamado a la reflexión sobre la moralidad, la ética y el verdadero propósito de la medicina. ¿Hasta cuándo se permitirán estas atrocidades en nombre de la “honorabilidad” militar? La respuesta es tan elusiva como las narices que se han operado sin razón.

domingo, 5 de octubre de 2025

COMBUSTIBLE PARA ESPOSAS DEL ALTO MANDO - USO INDEBIDO DE VEHICULOS OFICIALES

Galones en fuga: el combustible que se evapora entre coroneles, esposas y comisiones

En los hangares de la Fuerza Aérea del Perú, donde el kerosene no solo impulsa aeronaves, sino también voluntades, se ha desatado una tormenta institucional que huele más a gasolina que a disciplina. El protagonista de esta historia es el Coronel Díaz Morales, señalado por varios oficiales como el artífice de una red informal de redistribución de combustible que, lejos de seguir la ruta reglamentaria, parece abastecer vehículos ajenos a la misión militar, que son utilizados ilegalmente por las esposas de oficiales generales. .. Recuerden que hace meses la esposa de Cateto fue denunciada por chocar el vehículo del comandante general, estaba borracha junto a otras tipejas...


🚫 El Coronel Ramírez Valle, reincorporado por mandato judicial en agosto, aún no ha recibido los 100 galones mensuales que le corresponden por grado. ¿La razón? Según Díaz Morales, la venta de su vehículo habría sido cancelada, lo que justificaría la retención. Sin embargo, personal militar afirmaron que esos galones fueron recargados en vehículos oficiales, pero utilizadas por esposas de oficiales del alto mando, convertidas en transportes de cortesía con combustible institucional.

🛑 El Coronel Jiménez, reincorporado en julio, tampoco ha recibido su asignación. La excusa: como compró su auto, no se le puede asignar combustible. Pero los 150 galones que le corresponderían estarían siendo desviados a vehículos de la DINIA, utilizados para trasladar al Coronel Rondón Llaza en comisiones extra oficiales, no justificando el despojo de derechos adquiridos por otros coroneles.

📉 En total, hay 250 galones “en el aire”, sin trazabilidad ni justificación formal. Esta situación ha motivado la denuncia penal interpuesta por el Coronel Ramírez contra Díaz Morales, exigiendo que rinda cuentas por el combustible derivado a terceros no autorizados.


📄 Como si fuera poco, la DIGLO ha emitido una resolución directoral que permite a técnicos y oficiales recargar vehículos personales, lo que ha significado el uso de 800 galones en autos que no pertenecen a la FAP. Una medida que, lejos de transparentar el uso de recursos, ha abierto la puerta a una informalidad peligrosa.

👔 En paralelo, el Coronel Cabrera Angulo enfrenta denuncias por no reconocer el tiempo de servicio de oficiales reincorporados, incumpliendo mandatos judiciales, negándoles uniformes, asignaciones económicas y el retorno a sus unidades de origen. Como jefe de intendencia, su rol en contrataciones y distribución de recursos lo coloca en el centro de una trama que mezcla negligencia, omisión y presunto favoritismo.

🎯 Y la puta ética:

El combustible asignado a oficiales superiores no es un privilegio, sino una herramienta funcional para el cumplimiento de sus deberes. Su desvío hacia vehículos particulares, comisiones no justificadas o usos familiares constituye una vulneración al principio de legalidad, eficiencia y probidad administrativa. La FAP, como institución tutelar del espacio aéreo nacional, no puede permitirse que sus recursos se evaporen entre favores, omisiones y silencios cómplices. - ojo que configura delito ....

JURA Y REJURA QUE SERA CORONEL - CATETO LE PROMETIO Y TAMBIEN SE LA MET.....

Amores, ascensos y expedientes: la comandante que susurra entre los hangares

En las filas de la Fuerza Aérea del Perú, los ascensos continúan siendo objeto de cuestionamientos. La reciente promoción de una oficial al grado de coronel ha reavivado la polémica en torno a la transparencia y legitimidad de los procesos de evaluación. Según fuentes internas, el tiempo mínimo exigido en el grado previo no siempre se respeta, generando la percepción de que ciertos vínculos personales o cercanías con altos mandos pesan más que el mérito profesional y la trayectoria. Este tipo de prácticas, si se confirman, no solo vulneran los principios de igualdad y meritocracia, sino que además golpean la moral de los oficiales que cumplen estrictamente los requisitos establecidos. En una institución que debería ser ejemplo de disciplina y justicia, la sombra del favoritismo erosiona la credibilidad y proyecta un mensaje peligroso: que el mérito y la vocación de servicio pueden ser desplazados por intereses ajenos al profesionalismo militar.


En los corredores solemnes del Cuartel General de la Fuerza Aérea del Perú, donde el eco de las botas resuena como tambores de disciplina, se ha tejido una historia que mezcla romance, jerarquía y jurisprudencia. La protagonista: la comandante jurídica Minvela, mujer de verbo afilado y mirada que no titubea ante el expediente más espinoso. Pero esta vez, no es su pluma la que ha causado revuelo, sino los susurros que la vinculan con el general del aire Cateto Chávez Cateriano, figura de galones dorados y reputación tan volátil como los vientos de la Base Aérea de Las Palmas.

Dicen los que vigilan más que los radares, que la comandante Minvela ha cumplido ya los seis años reglamentarios en el grado de comandante, pero no los de servicio, requisito indispensable para aspirar al ascenso a coronel. Lo que ha encendido las alarmas no son los años de servicio, sino las horas de permanencia en la oficina del general, donde según testigos —tan discretos como indiscretos— se la ha visto entrar con carpetas legales y salir sin ellas, aunque con el cabello ligeramente despeinado y una sonrisa que no suele acompañar los litigios.

Algunos murmuran que el despacho del general se ha convertido en un nido de confidencias, donde los códigos penales se mezclan con las confidencias personales. Otros, más cínicos, aseguran que el verdadero expediente que impulsó el ascenso no está en el archivo institucional, sino en el corazón del alto mando.

Desde el punto de vista jurídico, nada impide que una comandante jurídica ascienda por méritos propios. Pero cuando el ascenso coincide con una relación que, aunque no oficial, ha sido objeto de comentarios en voz baja y miradas en alto, la transparencia institucional se ve empañada por el velo de la sospecha.

¿Es Minvela una jurista brillante que ha sabido navegar los cielos del derecho militar con destreza? ¿O es simplemente una pasajera privilegiada en el avión del favoritismo, de operaciones de pasión furtivas y clandestinas? La historia aún no se escribe en actas, pero en los pasillos ya se comenta como si fuera parte del reglamento.





viernes, 3 de octubre de 2025

GUASON Y CHECHITA - DIFAP - 7MO PISO - CONFLICTOS INTERNOS POR PRESUPUESTO DE OPERACIONES CLANDESTINAS Y MALETEO ANTE EL ALTO MANDO

Guasón y su sombra digital: el reinado de “Chechita”

En el séptimo piso de la inteligencia FAP, donde los secretos se guardan bajo siete llaves y las operaciones se firman con tinta invisible, el Guasón —ese director con sonrisa torcida y mirada de estratega— ha encontrado a su comodín perfecto: “Chechita”. No es cualquier asesor. Es su sombra, su oído, su hacker de confianza. El que le susurra al oído lo que el ‘Amigo de Todos’ canta cuando cree que nadie lo escucha.

Porque sí, el popular segundo —ese que se pasea por los despachos del alto mando como si fueran su sala de estar— se fue de boca. Mientras el Guasón viajaba, él amigo de todos, se dedicaba a ventilar las cochinadas: operaciones fantasmas, firmas por migajas, y el billete gordo directo al bolsillo del jefe. ¡Qué lengua más larga! dijo Chechita - Y claro, este “Chechita”, que no duerme ni pestañea, lo cazó en plena verborragia y se lo soltó al Guasón como quien entrega una cabeza en bandeja de plata.

Desde entonces, el ‘Amigo de Todos’ pasó a ser el ‘Olvidado por Todos’. Sus operaciones, canceladas. Su acceso, restringido. Y “Chechita”, ese personaje que parece salido de una novela de espionaje, tomó el control. Maneja los gastos de fin de año como quien arma una cena con ingredientes robados: una docena de operaciones fantasmas, sobres con migajas, y agentes que firman sin chistar.

Pero lo más sabroso está en los pasillos: “Chechita” mueve los hilos del ciber, el netting y el coming (¡vaya trío de palabras que suenan a conjuro digital!), y tiene a los A1 chequeando al Alto Mando como si fueran fichas en un tablero. Y si alguien piensa en voltearlo, cuidado: los tiene grabados a todos. Sí, todos. Como Sánchez Urrelo, pero con más estilo y menos escrúpulos.

El segundo se fue de boca, y “Chechita” lo grabó, lo archivó y lo sepultó.

Las operaciones del segundo fueron canceladas como si fueran vuelos sin combustible. Y ahora, “Chechita” arma el menú de fin de año: doce operaciones fantasmas, sobres con migajas, y agentes que firman como si estuvieran en una tómbola.

Se denuncia la planificación de operaciones ficticias con fines de desvío presupuestal, afectando directamente la transparencia y legalidad del uso de fondos públicos. Asimismo, se advierte que el asesor mantiene material sensible que podría comprometer a exdirectores y altos mandos, configurando una red de chantaje institucional.

Dicen que si “Chechita” cae, no cae solo. Se lleva a medio escalafón con él. 

Alicia, ya lo tiene en la mira. Así que tiemble el séptimo piso. - estan notificados ..

jueves, 2 de octubre de 2025

BESTSELLER PARA CATETO - LIBRO Y AUTOBRIOGRAFIA DE CHAVEZ CATERIANO - LA CIMA DEL EGOCENTRISMO DE UN GENERAL CON LA PLATA DE LA FAP

CATETO Y SU VIDA EN LA FAP, SIN GLORIAS NI VICTORIAS 

Subtítulo: En el ápice del egocentrismo, el General del Aire Chávez Cateriano ordena la elaboración de un libro sobre su vida y carrera militar

En un gesto que ha despertado más cejas arqueadas que aplausos sinceros, el actual General del Aire de la Fuerza Aérea del Perú, Jorge Chávez Cateriano —conocido en los pasillos castrenses como “Cateto”— ha mandado a confeccionar un libro autobiográfico que narra, con lujo de detalles, sus años como cadete, oficial subalterno, estratega de escritorio y protagonista de escándalos personales que han sacudido más de una base aérea, lo peculiar como siempre, que ello ha sido pagado íntegramente con dinero de la FAP.

La obra, según fuentes cercanas al entorno del general, no escatima en episodios íntimos ni en relatos de sus vínculos con oficiales, suboficiales y personajes del mundo militar que marcaron su ascenso. Desde sus días en La Joya, donde se gestó su tormentosa relación con Carla del Castillo —la loretana que lo convirtió en leyenda por razones que van más allá del uniforme— hasta las promesas de ascenso incumplidas, las lágrimas de compañeros como Mani Rondón y la polémica adquisición de una propiedad en Canadá, el libro parece más una crónica de poder, deseo y traición que un homenaje institucional.

El proyecto editorial, financiado con recursos aún no esclarecidos, ha sido encargado a un equipo de redactores vinculados a la Dirección de Imagen Institucional, lo que ha generado incomodidad entre oficiales que consideran que la historia de la FAP no debe girar en torno a una figura cuya trayectoria está marcada por controversias más que por méritos.

En tiempos donde la meritocracia militar exige transparencia y honor, la decisión de “Cateto” de inmortalizarse en papel ha sido interpretada por muchos como una muestra de egolatría institucional. Porque cuando el ego vuela más alto que los aviones, la historia deja de ser legado y se convierte en propaganda.

ÍNDICE POR CAPÍTULOS 

Desde los patios de la Escuela de Oficiales de la Fuerza Aérea del Perú hasta los salones diplomáticos de agregadurías internacionales, la vida del General del Aire Chávez Cateriano —apodado “Cateto” por sus compañeros de promoción— ha sido una travesía marcada por ambición, escándalos, promesas rotas y una red de relaciones que, según fuentes cercanas, tejieron su ascenso con más astucia que mérito.

👨‍✈️ Los años mozos: entre disciplina y deslices

Nacido en una familia de clase media limeña, Chávez Cateriano ingresó a la Escuela de Oficiales con una mezcla de entusiasmo patriótico y hambre de reconocimiento. Desde sus primeros años como cadete, se destacó por su habilidad táctica, aunque su carácter introvertido y su acento provinciano le valieron el apodo de “Cateto”, que con los años se transformaría en una marca personal.

Durante su etapa como oficial subalterno, fue destinado a la base aérea de La Joya, Arequipa, donde comenzó a forjar su reputación como un hombre de mando firme pero emocionalmente vulnerable. Fue allí donde acudió ya casado con Carla del Castillo, una joven con fama de seductora entre los círculos militares. Su relación, intensa y que ya venía marcada por altibajos, terminó en matrimonio y esta bohemia mujer tenía la obligación de acompañar a Cateto a donde lo nombrasen dejando amores furtivos en el camino, con una estela de rumores sobre infidelidades que, según fuentes del libro, ocurrieron más de una vez en la misma base y posterior en otras unidades FAP con oficiales que aún siguen en actividad con el grado de coronel y general.

💔 Separación inédita y la promesa de generalato

La ruptura con Carla fue tan mediática como silenciosa, ya no dormian juntos. No hubo comunicados oficiales, pero sí movimientos internos que lo alejaron de los focos operativos y lo acercaron a los despachos estratégicos. Fue en ese contexto que recibió la promesa informal de ascenso a general, una promesa que no tardo en concretarse y que, según el libro, fue usada como moneda de cambio por superiores que buscaban favores logísticos y lealtades políticas.

👶 Los hijos no reconocidos y las relaciones con suboficiales

El libro revela que Chávez Cateriano tuvo dos hijos con dos suboficiales en diferentes momentos de su carrera. Aunque nunca fueron reconocidos oficialmente, ambos casos generaron tensiones internas en la institución, especialmente cuando se filtraron documentos que vinculaban beneficios logísticos y administrativos a las madres de los menores.

⚖️ Amantes jurídicas y propiedades en el extranjero

Ya como oficial superior, “Cateto” mantuvo relaciones con al menos dos oficiales del área jurídica, según testimonios recogidos en el libro. Estas relaciones, aunque discretas, coincidieron con decisiones administrativas que beneficiaron a dichas oficiales en sus asignaciones.

Uno de los capítulos más polémicos del libro detalla la compra de una casa en Canadá, presuntamente financiada con fondos obtenidos de una “bolsa informal” entre agregados militares y oficiales nombrados en unidades ejecutoras. Aunque no hay pruebas concluyentes, el autor del libro señala transferencias sospechosas y testimonios de oficiales que participaron en la red.

🪖 Las cabeceadas, las lágrimas y el poder informal

El ascenso de Chávez Cateriano no estuvo exento de traiciones. Varios oficiales que esperaban promociones fueron “cabeceados” —es decir, desplazados sin explicación— para permitir su avance. Uno de los episodios más dramáticos fue el de Mani Rondón, quien rompió en llanto al conocer que su ascenso había sido frustrado por una maniobra interna atribuida al entorno de “Cateto”, quien dio el grado a otro oficial a cambio de un favor político.

🧩 ¿General por mérito o por red?

Hoy, como General del Aire, Chávez Cateriano representa una figura compleja: respetado por algunos por su capacidad de supervivencia institucional, cuestionado por otros por su historial personal y decisiones administrativas. El libro que narra su vida representa la corrupción, el abuso, la falta de ética, la inmoralidad y la destrucción, los valores e imagen institucional, si no mostrar las capas de poder, deseo y contradicción que han marcado su trayectoria.

ECO PAPA: PERVERSION Y CORRUPCION ENTRE CORONELES Y GENERALES

INMORALIDAD E IRREGULARIDADES EN LA CASA DE BOLOGNESI

Nombramientos bajo sospecha: denuncian irregularidades en la Comandancia General del Ejército

El Coronel Edy Lechuga Jirón, amigo de copas y secretario personal del Comandante General —alias “Tío Briceño”— ha sido premiado con el cargo de agregado militar en los Estados Unidos Mexicanos. ¿Mérito? ¿Currículum? ¿Dominio del inglés? Nada de eso. Lo que pesa aquí son los 98 kilos, la estatura de 1.65 y la cercanía con el bazar del Pisco. Porque en esta comandancia, el mérito se mide en botellas y no en medallas.




🎩 Briolo: el titiritero de la boina

El verdadero poder parece no estar en el despacho del Comandante General, sino en la sombra de Briolo, el secretario general que hace y deshace. Manipula reincorporaciones, bloquea a los honestos “pasteles verdes” —aquellos oficiales que se atrevieron a denunciar la mafia del diésel— y hasta decide quién entra al CAEN y quién se queda fuera. ¿La razón? Que no se interpongan en el festín de impunidad.

🧨 El CAEN: ¿Centro de Altos Estudios o club de amigos?

La directiva de invitación al CAEN 2025 fue modificada a pedido de ex comandantes generales. ¿El objetivo? Excluir a los colaboradores eficaces que ayudaron a desmantelar redes corruptas. En su lugar, se invita a oficiales con impedimentos de salida, con más rigor disciplinario que méritos académicos. ¿Formación estratégica o blindaje político?


🐍 El legado de Ojeda y la boina traicionera

La boina, símbolo de honor, se ha convertido en estandarte de traición. El tío Ojeda sigue moviendo los hilos, mientras Briceño —heredero de apellido, pero no de carácter— se deja llevar por la marea de intereses personales. La meritocracia ha sido sepultada bajo el peso de la complicidad.

💸 El pipiléctico del presupuesto: General Juan Díaz Jesús

Y como si fuera poco, aparece el video del General Jefe de Presupuesto, acusado de levantar esposas de técnicos y oficiales con el poder del dinero. ¿Quién lo detiene? Nadie. ¿Quién lo juzga? Tampoco. Porque en esta comandancia, los problemas ajenos no son problemas propios… según Briolo.


🎤 Desde esta trinchera periodística, exigimos que la espada de honor vuelva a brillar, que los pasteles verdes sean reivindicados y que la boina deje de ser símbolo de impunidad. Porque cuando el uniforme se mancha, la patria llora. Y nosotros, los picaros y siniestros, no callamos.

miércoles, 1 de octubre de 2025

Crisis en el HOREN: denuncias por abusos, favoritismos y corrupción interna

Crisis en el HOREN: Un Clamor por Cambios Urgentes

El Hospital Regional de la Fuerza Aérea (HOREN) atraviesa una profunda crisis institucional, marcada por denuncias de maltratos, irregularidades administrativas y presuntos actos de corrupción que han derivado en bajas, deserciones y renuncias de oficiales en los últimos años. Pese a los cambios de mando, los problemas persisten y se señala a un grupo de técnicos como responsables de manipular a directores, obtener privilegios indebidos y protegerse a través de vínculos con altos oficiales. Entre los hechos más graves se mencionan procesos por presuntos desfalcos en IAFAS con clínicas privadas, acusaciones de conductas impropias dentro de la institución y una alarmante permisividad por parte de la Dirección de Sanidad (DISAN), que hasta ahora no ha tomado medidas firmes. La situación ha generado un ambiente laboral insostenible: oficiales de carrera han pedido su baja, suboficiales desertaron por los abusos, y la moral del personal militar y civil se encuentra seriamente deteriorada. La Inspectoria y el comando FAP han sido llamados a intervenir, pues lo que debería ser un centro de servicio y salud se ha convertido en escenario de luchas de poder, favores personales y pérdida de confianza institucional.

La situación en el HOREN - FAP se ha vuelto insostenible, revelando problemas persistentes que parecen no tener solución. A pesar de los cambios en la dirección, la dinámica laboral y el clima interno siguen siendo críticos.

El año pasado, el mayor Muchotrigo fue dado de baja, y se justificó la reubicación del mayor Loo, junto con otros dos oficiales, con la esperanza de que esto transformaría el ambiente laboral del HOREN. Sin embargo, la realidad ha demostrado ser muy diferente. En 2025, un suboficial dejó la unidad tras sufrir maltratos y abusos por parte de técnicos que utilizan su poder para manipular a quienes asumen el mando. Este hecho ha generado un malestar generalizado entre el personal.

Recientemente, otro mayor ha decidido retirarse, lo que plantea serias dudas sobre la efectividad de la actual administración. ¿Qué llevó a esta oficial a tomar tal decisión? ¿Es posible que el liderazgo actual esté siendo influenciado por estas manipulaciones? La inacción por parte de la Dirección de Salud (DISAN) es alarmante. Mientras tanto, el mayor Muchotrigo y el suboficial están en proceso de baja, dejando a la comunidad FAP en un estado de incertidumbre.

La DISAN, que debería actuar en defensa de los intereses de la institución, parece estar involucrada en un ciclo de inacción. A pesar de que los problemas han persistido durante años, la permanencia de ciertos técnicos, considerados elementos negativos para la institución, sigue sin ser cuestionada. Estos individuos han estado en la unidad por más de 15 años, y su influencia se siente en cada rincón.

El ALTO MANDO FAP, quien recientemente impartió una charla, debería considerar realizar una evaluación sorpresiva en el HOREN para descubrir la magnitud de los problemas. La inspección debe ser más proactiva y darse cuenta de cuántos buenos elementos se están perdiendo debido a la negligencia y la corrupción interna.

En medio de este caos, el ambiente laboral se vuelve insostenible. Muchos en el HOREN han expresado su deseo de ser trasladados, pero no los técnicos que perpetúan la situación. La técnico Esqueche, quien fue recomendada por el TSP Camachin antes de su traslado a Piura, está involucrada en un proceso abierto por desfalcos junto a la técnico Sarmiento. A pesar de las acusaciones, estas féminas continúan en sus puestos, lo que genera una percepción de impunidad.

La técnico Sarmiento, cuya conducta ha sido cuestionada, mantiene una relación cercana con el subdirector del HOREN, quien las defiende vehementemente. A través de conexiones y favores, se ha creado un círculo de protección que impide cualquier intento de cambio. El subdirector, quien prometió mejorar la situación, se ha convertido en un defensor de las mismas prácticas que criticó.


Por otro lado, la técnico Barasorda también ha estado en el centro de controversias, al involucrarse con el esposo de otra técnico de mayor antiguedad. La falta de apoyo para aquellos que denuncian estas irregularidades es evidente y refuerza un sistema que favorece a los corruptos.



La DISAN debe actuar con urgencia. La situación en el HOREN es insostenible y necesita cambios significativos. El problema no son los jefes que supervisan, sino la cultura de corrupción que se ha arraigado en la unidad. Es vital que se inicien investigaciones y se tomen decisiones que beneficien tanto a militares como a civiles, garantizando un ambiente de trabajo justo y seguro.

Tantos privilegios para algunos… Como es el suboficial Montalvan lleva un mes sin trabajar y el comando mes pasándolo presente en la unidad….y el no va a trabajar a cambio de favores …. el subdirector lsigue peleando  en DIGPE con su amiga la coronel en que las bajen de la lista…inspectoría evalué el tema… Y presten atención un poco a esa unidad que pide a gritos mejoras y un buen trato para todos …… Militares y civiles…

La comunidad del HOREN clama por un cambio real y urgente. Las voces de aquellos que buscan mejorar la situación son cada vez más fuertes. Es momento de que las autoridades escuchen y tomen acciones decisivas para restaurar la integridad en esta institución vital.